Juez Stephen Breyer: la opinión errada de un disidente...
El diario Daily News, en una columna de opinión ha expuesto al Juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos Stephen Breyer ante el comentario público general.
El Juez Breyer, nombrado por el ex presidente Bill Clinton, es presentado como un ideólogo, un activista judicial que rige por su propia filosofía política y personal en vez de dejarse regir por las reglas de ley que fueron la intención de los padres fundadores cuando redactaron la Constitución y la Carta de Derechos de los Estados Unidos de América hace mas de 200 años.
Según este juez, los padres fundadores nunca pretendieron que el asunto de las armas fuese uno libre de regulaciones. Dijo que la opinión de los disidentes en el caso D.C. v. Heller son validadas, según el, por la historia. El Juez Breyer fué el que redactó, junto con los Jueces John Paul Stevens, David H. Souter y Ruth Bader Ginsenberg los argumentos para disentir en el mencionado caso.
El pasado domingo 12 de diciembre, este juez dijo que los historiadores estarían de su lado en el caso porque han concluído que James Madison estaba mas preocupado de que la Constitución no fuese ratificada de lo que estaba con respecto a concederle a los individuos el derecho a portar armas.
Muchos están tan equivocados como el Sr. Breyer, a quien se le ocurrió preguntarse a si mismo lo siguiente: ¿Cuál es el alcance del derecho a tener y portar armas? ¿Ametralladoras, torpedos, pistolas? Este es claramente el pensamiento sobregirado de un juez parcializado e inclinado a restringir derechos.
Hay limitaciones para el derecho a tener y portar armas tal como existen para la libertad de expresión y la libertad de prensa así como para los otros derechos enumerados en la Carta de Derechos.
James Madison, junto con los otros patriotas fundadores de la nación americana tenía razones de mayor peso para proteger el derecho del pueblo a tener y portar armas. El Sr. Breyer, sin tener que hacer una tesis doctoral podría ser referido a la alta tasa de crímenes en la capital, muchos muertos porque no tenían acceso a un arma a causa de la prohibición. Así mismo la ciudad de Chicago y otras mas en cuyas jurisdicciones han existido las leyes mas restrictivas que prohíben la tenencia y portación de armas y así mismo tienen las tasas mas altas de asesinatos. En estas ciudades, ciertamente mucha gente podría estar viviendo vidas de provecho para la sociedad si no les hubiese sido restringido el derecho a tener y portar armas tal como los padres fundadores concibieron el derecho para poder defenderse ellos mismos hace mas de doscientos años atras.
El Sr. Breyer parece haber caído en un ejercicio de revisar la historia, como lo hicieron naciones en el pasado siglo y que concluyó con la muerte de millones de personas (Alemania, por ejemplo).
Es improbable que las trece colonias hubiesen ratificado la Constitución de los Estados Unidos de América sin la inclusión de la Carta de Derechos, que a su vez incluye el derecho a tener y portar armas (Segunda Enmienda). Recordemos que estas trece colonias habían asegurado su independencia luego de una batalla intensa y sangrienta en contra de la tiranía británica. Una lista de agravios causados por los británicos en contra de las colonias pueden verse expresadas en la Declaración de Independencia. Esto evidencia la importancia que tenía la Carta de Derechos y la insistencia de que fuese incluída como condición para ratificar la Constitución y resulta sorprendente.
Aquellos americanos que vivieron esa época estaban bien alertas en lo referente al rol tan importante de tener una ciudadanía armada ante Lexintong y Concord en el ocaso de la revolución.
Aún mas, estos americanos dependían de sus armas para proteger sus hogares y asentamientos durante las guerras contra los franceses y los indios. Aún durante la revolución, los colonos dependían de sus armas para protegerse en contra de las bandas de indios que merodeaban la región, muchos incitados por los británicos.
El Juez Breyer debería ser referido a los acontecimientos por ejemplo, del sitio a Fort Boonesborough en Kentocky, aunque pensándolo bien, a lo mejor no, pues este señor es de la línea de pseudo-historiadores del tipo que le gusta someter la historia a revisión, que ciertamente es una revisión hecha a su propia medida...
El Juez Breyer, nombrado por el ex presidente Bill Clinton, es presentado como un ideólogo, un activista judicial que rige por su propia filosofía política y personal en vez de dejarse regir por las reglas de ley que fueron la intención de los padres fundadores cuando redactaron la Constitución y la Carta de Derechos de los Estados Unidos de América hace mas de 200 años.
Según este juez, los padres fundadores nunca pretendieron que el asunto de las armas fuese uno libre de regulaciones. Dijo que la opinión de los disidentes en el caso D.C. v. Heller son validadas, según el, por la historia. El Juez Breyer fué el que redactó, junto con los Jueces John Paul Stevens, David H. Souter y Ruth Bader Ginsenberg los argumentos para disentir en el mencionado caso.
El pasado domingo 12 de diciembre, este juez dijo que los historiadores estarían de su lado en el caso porque han concluído que James Madison estaba mas preocupado de que la Constitución no fuese ratificada de lo que estaba con respecto a concederle a los individuos el derecho a portar armas.
Muchos están tan equivocados como el Sr. Breyer, a quien se le ocurrió preguntarse a si mismo lo siguiente: ¿Cuál es el alcance del derecho a tener y portar armas? ¿Ametralladoras, torpedos, pistolas? Este es claramente el pensamiento sobregirado de un juez parcializado e inclinado a restringir derechos.
Hay limitaciones para el derecho a tener y portar armas tal como existen para la libertad de expresión y la libertad de prensa así como para los otros derechos enumerados en la Carta de Derechos.
James Madison, junto con los otros patriotas fundadores de la nación americana tenía razones de mayor peso para proteger el derecho del pueblo a tener y portar armas. El Sr. Breyer, sin tener que hacer una tesis doctoral podría ser referido a la alta tasa de crímenes en la capital, muchos muertos porque no tenían acceso a un arma a causa de la prohibición. Así mismo la ciudad de Chicago y otras mas en cuyas jurisdicciones han existido las leyes mas restrictivas que prohíben la tenencia y portación de armas y así mismo tienen las tasas mas altas de asesinatos. En estas ciudades, ciertamente mucha gente podría estar viviendo vidas de provecho para la sociedad si no les hubiese sido restringido el derecho a tener y portar armas tal como los padres fundadores concibieron el derecho para poder defenderse ellos mismos hace mas de doscientos años atras.
El Sr. Breyer parece haber caído en un ejercicio de revisar la historia, como lo hicieron naciones en el pasado siglo y que concluyó con la muerte de millones de personas (Alemania, por ejemplo).
Es improbable que las trece colonias hubiesen ratificado la Constitución de los Estados Unidos de América sin la inclusión de la Carta de Derechos, que a su vez incluye el derecho a tener y portar armas (Segunda Enmienda). Recordemos que estas trece colonias habían asegurado su independencia luego de una batalla intensa y sangrienta en contra de la tiranía británica. Una lista de agravios causados por los británicos en contra de las colonias pueden verse expresadas en la Declaración de Independencia. Esto evidencia la importancia que tenía la Carta de Derechos y la insistencia de que fuese incluída como condición para ratificar la Constitución y resulta sorprendente.
Aquellos americanos que vivieron esa época estaban bien alertas en lo referente al rol tan importante de tener una ciudadanía armada ante Lexintong y Concord en el ocaso de la revolución.
Aún mas, estos americanos dependían de sus armas para proteger sus hogares y asentamientos durante las guerras contra los franceses y los indios. Aún durante la revolución, los colonos dependían de sus armas para protegerse en contra de las bandas de indios que merodeaban la región, muchos incitados por los británicos.
El Juez Breyer debería ser referido a los acontecimientos por ejemplo, del sitio a Fort Boonesborough en Kentocky, aunque pensándolo bien, a lo mejor no, pues este señor es de la línea de pseudo-historiadores del tipo que le gusta someter la historia a revisión, que ciertamente es una revisión hecha a su propia medida...