ESTAMOS
LISTOS...
PR Armed Citizen
No soy enemigo de los musulmanes: no necesito serlo, porque ya ellos, en su fundamentalismo religioso son enemigos declarados de todos aquellos que no comparten sus creencias. ¿En qué chocan mis convicciones con esta gente? En que usan la Carta de Derechos de los Estados Unidos de América, en toda su extensión, para destruir lo que nos ha hecho libres. Conocen muy bien nuestro sistema, mucho mas que nosotros mismos, porque claro, su estrategia es conocer bien a quien pretenden destruir primero para someter a esclavitud posteriormente los despojos..
Nuestra gente ha fallado.
Cerca de 240 años han pasado desde que se plasmó en el sagrado documento
una afirmación de contundencia trascendental que ha sido reproducida una
infinidad de veces e imitada por otros pueblos que tienen ansias de
libertad: "Nosotros, la
gente...". Pero nuestro pueblo ha
descuidado los cimientos que sostienen la libertad que viven porque se han
sumido en el pleno disfrute de las bondades que les ha otorgado la Carta de
Derechos. Claro, "Nosotros, la gente..." de 1791 se distancia mucho
de los que hoy día disfrutan la bendición de no haber tenido que pagar con
sangre y fuego la libertad que viven. Ya
han descuidado los fundamentos desde que perdieron el sentido de
responsabilidad de conocerlos. Entonces,
¿con qué sentido de compromiso podrán defender lo que no atesoran por
desconocimiento?
Es por eso que hoy se cierne sobre la nación el mas
tenebroso enemigo que jamás haya enfrentado:
la reconciliación de algunos de sus ciudadanos con aquellos que usan nuestro
ordenamiento constitucional para destruirlo.
Abraham Lincoln dijo lo siguiente:
América nunca será destruida desde el exterior. Si fallamos y perdemos
nuestras libertades, será porque nos destruimos nosotros mismos.
La hipocresía ha minado la gente. Parece que el miedo a salir del estado de
comodidad en el que se encuentran, bajo
el falso sentido de tolerancia, les ha llevado a simpatizar con los enemigos de
la Constitución y les ha llevado a renegar el espíritu de libertad que llevó a
los Padres Fundadores a levantarse en guerra en contra del opresor. Hoy, por su miedo, por su hipocresía, llevan
a los suyos barranco abajo, entregando lo que costó sacrificio de sangre.
Sin embargo, hay una nueva generación de patriotas que no
está dispuesta a consentir la amenaza contra la Constitución. Esa nueva generación no está dispuesta a
acatar la indiferencia de los cómodos y menos está dispuesta a ceder y doblar
rodillas ante el opresor. No tenemos por
qué consentir, cuando hemos vivido ya en libertad y hemos honrado a aquellos
que dieron lo mas preciado de sí para que sus descendientes vivieran libres.
Nosotros no tenemos miedo.
Cuando pensamos en el futuro de nuestros hijos y nietos, toda
consideración con respecto al temor de enfrentar al enemigo que busca destruir
nuestro modo de vida es inaceptable. Hoy
somos muchos los que habiendo servido en las Fuerzas Armadas (Army, Navy, Air
Force, Marines y Coast Guard), hemos regresado a nuestra vida civil sin olvidar
que el compromiso adquirido al juramentar fidelidad a la bandera
multiestrellada sigue siendo tan vigente como lo fue cuando entramos en
servicio y no tiene fecha de caducidad.
No le tenemos miedo a los señalamientos de odio, racismo,
intolerancia o xenofobia que esgrimen nuestros enemigos extranjeros y
domésticos. La evidencia que exige
veredicto de que la mal llamada religión de paz busca someter y destruir todo
lo que no vaya a fin con ellos no es debatible y hoy estamos mas que decididos
a defender lo que nos ha hecho libres con todos los medios que sean necesarios
para prevalecer en nuestro objetivo de mantener los fundamentos de libertad
intactos.
Estamos listos...
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