Víctor González García
Desde tiempos inmemoriables, las armas y las damas han mantenido una distancia entre sí. De pequeños vemos como las niñas juegan con muñecas y con casitas, mientras los varones hacen lo propio con carros y deportes más fuertes. De igual forma, ¿qué niño no ha jugado alguna vez a los soldados o los pillos y policías?
Es por esa razón que el tema de las armas no es extraño a los niños, pero en el caso de las féminas es algo poco común.
Recuerdo cuando comencé el negocio junto con mi padre, hoy fallecido, y mi suegro me dijo un día que interesaba un arma. De hecho, me trajo un modelo 36 de S&W para cambiarlo por algo más potente. Mi esposa me comentó que ella nunca supo que su padre tuviese un arma.
Hoy vemos en la prensa que una dama de Caguas, la Sra. Wanda Torres Torres, logró frustrar un asalto y defender su vida luego de ser baleada al desenfundar su pistola y alcanzar al pichón de atorrante con tres impactos. Dos en las piernas y uno en el área que él jamás olvidará.
Algo sumamente curioso, y lo catalogo como tal, pues en mi negocio muchas veces he visto como personas que entran de lleno en la religión, traen sus armas pues dicen que no es cónsono con el seguir a Dios. En el caso de Doña Wanda, ella profesa junto a su esposo, la fe evangélica, mas esto no fue un motivo para rechazar el arma como instrumento de defensa.
Estamos claro que uno de los mandamientos es el No Mataras. Pero vemos en el Evangelio según San Lucas capitulo 22 versículo 36, dice Y Jesús agregó: "Pues ahora, el que tenga cartera, que la tome, y lo mismo el equipaje. Y el que no tenga espada, que venda el manto para comprarse una. En clara referencia a lo que acontecería luego de El partir de este mundo. Enviaba a los discípulos a llevar la palabra fuera de Galilea, y estos temían por sus vidas, ¡No les prohibió defenderse!
Como dice un Gran Templario, el Lic. Oscar Acaron, aun en el cielo hubo una gran batalla y los ángeles de ambos bandos se armaron. ¿Quién no ha visto la imagen de San Miguel, con una espada? ¿Acaso San Jorge mato al dragón con las manos?
Hoy vemos como una valiente mujer, tomó la decisión de portar un arma para defenderse de los criminales. Más importante aun, vemos como junto a su esposo, se adiestró en el uso y manejo del arma y aun así, continua asistiendo al polígono una vez al mes.
Mis respetos a esta familia, no porque portan armas, sino porque decidieron tomar la responsabilidad de sus vidas. Son personas de fe y de igual forma, personas que no permitirán que les quiten la vida por no tener un arma.
Estamos claro que no todos pueden o quieren tener un arma, pero hay que hacerse una pregunta en un momento de mucha tranquilidad. ¿Estaría dispuesto a utilizar una, si a mí o si a alguien de mi familia le fuesen a causar un grave daño? Doña Wanda y su esposo ya contestaron esta pregunta y demás está decir que yo también.
Solo me queda añadir que el día del asalto, Dios y sus ángeles estaban con Doña Wanda. Ese día también ocurrieron otras cosas, él ladrón llamó a Dios cuando vio el cañón y si no se convirtió al cristianismo, si se convirtió en un eunuco.
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