EN RECONOCIMIENTO
AL VALOR
DE
WANDA TORRES TORRES
Ciudadana decente y honesta, trabajadora y cristiana. Defensora de la Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América.
http://www.primerahora.com/acusaranaladronheridoporduenadebeautyencaguas-505596.html
http://www.elnuevodia.com/encondicionestableevangelicaquedisparoentesticulosaasaltante-965730.html
AL VALOR
DE
WANDA TORRES TORRES
Ciudadana decente y honesta, trabajadora y cristiana. Defensora de la Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América.
http://www.primerahora.com/acusaranaladronheridoporduenadebeautyencaguas-505596.html
http://www.elnuevodia.com/encondicionestableevangelicaquedisparoentesticulosaasaltante-965730.html
El pasado 13 de mayo de 2011, a las 7:38 pm, la Sra. Wanda Torres Torres, propietaria del salón de belleza y estilismo Jesucristo es Nuestro Señor, ubicado en la Avenida Degetau de Caguas, Puerto Rico cerraba su negocio, cuando un individuo se le acercó para anunciarle un atraco. Sin tener la mas mínima consideración, abrió fuego con una pistola calibre .45 en contra de esta dama, impactándola en el pecho. Herida y en el suelo, esta valerosa dama desenfundó su pistola Glock Modelo 31, calibre .357 Sig y para la cual poseía la correspondiente licencia de portación y se defendió del inmisericorde asaltante haciéndole varias detonaciones con las cuales resultó herido en las piernas y los genitales. Este delincuente quería arrebatarle no solo sus pertenencias sino su vida, pues ya no se conforman con robar. Actualmente se encuentra bajo arresto y la Sra. Torres se recupera satisfactoriamente en una institución médica de la capital.
No hay duda que quien adiestró las manos de esta dama para el combate fué El mismo que así lo hizo con David, Rey de Israel y quien dejó plasmados sus relatos y su exaltación hacia el Dios Altísimo en los Salmos, quien le libró y le dió la victoria en sus batallas. Esta ciudadana decente y honesta, trabajadora y cristiana tiene la dicha de haber sido debidamente entrenada en el uso y manejo de armas por su esposo Don José M. Robles, un policía retirado con una intachable hoja de servicios de treinta años y defensor también del derecho a tener y portar armas garantizado por el sagrado documento.
Es menester entonces ver las reacciones que han habido a raíz de este incidente, que muy bien pudo haberle costado la vida a una dama representante de los mas nobles valores que distinguen a la mujer puertorriqueña. Entre las reacciones, hemos escuchado a los paladines de la Campaña Brady en Puerto Rico: Eduardo Bathia, de quien por lo politiquero mediocre es de esperarse, y del Hon. José Figuera Sancha, Superintendente de la Policía de Puerto Rico, quien sorprendió a los puertorriqueños al aludir a la Campaña Brady y proclamarse admirador de James Brady (que como persona tendrá sus méritos mas sus convicciones son una amenaza para la vida del ciudadano decente y honesto). El Sr. Bathia, en su característica alocución desorganizada indicó que veía que la violencia escalaría debido a que la familia del asaltante herido tomaría venganza y el Superintendente Figueroa, en una de sus mas irresponsables expresiones totalmente desenfocadas, desacertadas y exageradas dijo que ahora todo el mundo iría a comprar armas para tomar la justicia en sus manos (implicando que la Sra. Torres había tomado la justicia en sus manos).
La irresponsabilidad de estos dos individuos atenta contra la seguridad de los ciudadanos y punto. El primero por mediocre politiquero que cree tener el poder de renunciar a los derechos de todos los ciudadanos que residimos en esta bendita isla y el segundo porque es un maldito privilegiado que cuenta con una escolta sin precedente que le cuida las 24 horas siete días a la semana, claro, pagado por los puertorriqueños que no tienen los recursos para pagar por seguridad privada para si mismos.
Como ocurre usualmente con los gobiernos democráticos electos por el pueblo, siempre hay funcionarios que creen tener el poder absoluto para actuar como le venga en gana sin darle cuentas a nadie y que se comportan como dictadores tiranos que se creen representantes del pensamiento y la voluntad de todo un pueblo. Esto ocurre con Bathia y tristemente, sus constituyentes, conociendo que el pensamiento desbandado de este politiquero de pacotilla, que pone en peligro la vida, seguridad y propiedad del pueblo, no hacen uso del poder del voto para dejarle la bota como enema y expulsarlo de su escaño. Entonces, perpetuado en su silla por la inacción de los electores, piensa que tiene el poder de decidir si sus constituyentes poseen el derecho a tener y portar armas garantizado por la Carta de Derechos de EEUU.
¿Hasta cuándo se dará el lujo este pueblo de tener funcionarios que tan pobremente le sirven a los intereses de los hijos de Borinquen? ¿Hasta cuándo usarán apropiadamente el poder del voto los que hoy poseen un carné que les autoriza a ejercer su derecho a tener y portar armas como si fuera un privilegio? Si de privilegio se trata, los privilegiados son ellos al ser contratados mediante elección para servirle al pueblo.
Ante esta falta de respeto a la que se ha acostumbrado ya nuestra isla, hemos de reflexionar en el valor de una familia noble puertorriqueña. Ha sido costumbre de los buenos ciudadanos americanos que residen en esta isla ir a combatir a las diversas guerras en las que se ha involucrado la nación. La tradición familiar boricua se ha perpetuado, pues bisabuelos, abuelos, padres, hijos y nietos puertorriqueños han formado parte de las fuerzas armadas y han servido con honor y destaque. Han defendido la nación a costa de sangre y fuego. Muchos han manejado desde un cuchillo hasta armas de destrucción masiva y han sido encontrados aptos para entrar en combate. El soldado puertorriqueño ha sido bueno y obediente, muchos incluso hasta hacer el máximo sacrificio. Entonces, luego de haberse encontrado cara a cara con el enemigo (doy fe de eso), ¿llegan a la vida civil a que venga una pila de desechos fisiológicos a decirle que no puede portar un arma para proteger su vida y la de sus familiares? ¿Qué rayos le pasa a nuestro pueblo que no se da a respetar en este sentido? Esto es cuestión de vida o muerte... tan simple como eso. Entonces, ¿qué pasa por la mente de nuestra gente cuando viene un funcionario, que ni electo por el pueblo ha sido, a pretender renunciar por los demás a un derecho constitucional? Un pueblo que olvida la historia está condenado a repetirla: está mas que comprobado que un desarme general del pueblo degenera en genocidio. Un pueblo desarmado está condenado a la muerte.
Entonces, ¿por qué permanecer en silencio ante la vejación a la que ha sido sometida esta dama por Bathia, Figueroa Sancha y una zafra de beatos que pretenden que el resto de los ciudadanos se someta a su maldita voluntad de entregarse ante el que inicia un ataque ya sea para herir, violar, matar y robar? El silencio y la indiferencia han sido de los mas grandes asesinos de gente decente en el mundo. Es bien fácil, cobijado bajo sus malditos privilegios venir a querer imponer el que el ciudadano decente y honesto deponga sus armas para fines lícitos.
Lo que de buenas a primeras resulta en una idea deseable para individuos como Bathia y Figueroa Sancha podría terminar reventándole en la cara: el vincular las armas legales con la criminalidad. ¿Por qué digo esto? Porque entre nuestro pueblo hay un gigante que todavía duerme y es representado por todos aquellos ciudadanos decentes y honestos que creen en el derecho a defender su vida, la de su familia y su propiedad que todavía no han descubierto su temible poder ejercido mediante el voto. Así mismo, la mujer puertorriqueña (que es mayoría en esta isla) y que se ve identificada en la Sra. Wanda Torres Torres. Ante estas vejaciones, no me parece que sea muy distante la posibilidad de darle una lección a aquellos que creen que pueden renunciar a las armas de los demas menos la que portan ellos mismos como Figueroa Sancha. Yo espero poder ver algún día a mis hermanos en armas y sus familias unidos en un solo propósito justo: bien organizados y enfocados dirigiendo sus recursos para apoyar a aquellos que creen en la capacidad del ciudadano decente y honesto para portar un arma y no ser ni parte de las estadisticas de los que fallecen por no tener con qué defenderse y así mismo rechazar contundentemente a los que creen tener el poder de renunciar a los derechos que le cobijan al pueblo.
Quien tiene la intención de restringirle al ciudadano decente y honesto una sola fracción de los derechos que le pertenecen, está predispuesto a quitárselos TODOS... De nuestra parte está impedírselo utilizando todos los medios legales disponibles.
A la Sra. Wanda Torres Torres, en cuyo rostro veo representado el rostro de mi esposa, madre, abuela, tías e hija, mi mayor reconocimiento, honra, apoyo, felicitaciones y bendiciones. Así mismo a Don José M. Robles mi admiración y respeto por cumplir bien su rol de amar, defender, proteger y adiestrar a su familia en el manejo correcto y responsable de un arma de fuego. Vaya mi mas sincera oración para el total restablecimiento de Doña Wanda y mi petición al Dios Altísimo para que la justicia, la paz y la victoria acompañe siempre al ciudadano decente y honesto armado de Puerto Rico y nuestra nación.
PR Armed Citizen
No hay duda que quien adiestró las manos de esta dama para el combate fué El mismo que así lo hizo con David, Rey de Israel y quien dejó plasmados sus relatos y su exaltación hacia el Dios Altísimo en los Salmos, quien le libró y le dió la victoria en sus batallas. Esta ciudadana decente y honesta, trabajadora y cristiana tiene la dicha de haber sido debidamente entrenada en el uso y manejo de armas por su esposo Don José M. Robles, un policía retirado con una intachable hoja de servicios de treinta años y defensor también del derecho a tener y portar armas garantizado por el sagrado documento.
Es menester entonces ver las reacciones que han habido a raíz de este incidente, que muy bien pudo haberle costado la vida a una dama representante de los mas nobles valores que distinguen a la mujer puertorriqueña. Entre las reacciones, hemos escuchado a los paladines de la Campaña Brady en Puerto Rico: Eduardo Bathia, de quien por lo politiquero mediocre es de esperarse, y del Hon. José Figuera Sancha, Superintendente de la Policía de Puerto Rico, quien sorprendió a los puertorriqueños al aludir a la Campaña Brady y proclamarse admirador de James Brady (que como persona tendrá sus méritos mas sus convicciones son una amenaza para la vida del ciudadano decente y honesto). El Sr. Bathia, en su característica alocución desorganizada indicó que veía que la violencia escalaría debido a que la familia del asaltante herido tomaría venganza y el Superintendente Figueroa, en una de sus mas irresponsables expresiones totalmente desenfocadas, desacertadas y exageradas dijo que ahora todo el mundo iría a comprar armas para tomar la justicia en sus manos (implicando que la Sra. Torres había tomado la justicia en sus manos).
La irresponsabilidad de estos dos individuos atenta contra la seguridad de los ciudadanos y punto. El primero por mediocre politiquero que cree tener el poder de renunciar a los derechos de todos los ciudadanos que residimos en esta bendita isla y el segundo porque es un maldito privilegiado que cuenta con una escolta sin precedente que le cuida las 24 horas siete días a la semana, claro, pagado por los puertorriqueños que no tienen los recursos para pagar por seguridad privada para si mismos.
Como ocurre usualmente con los gobiernos democráticos electos por el pueblo, siempre hay funcionarios que creen tener el poder absoluto para actuar como le venga en gana sin darle cuentas a nadie y que se comportan como dictadores tiranos que se creen representantes del pensamiento y la voluntad de todo un pueblo. Esto ocurre con Bathia y tristemente, sus constituyentes, conociendo que el pensamiento desbandado de este politiquero de pacotilla, que pone en peligro la vida, seguridad y propiedad del pueblo, no hacen uso del poder del voto para dejarle la bota como enema y expulsarlo de su escaño. Entonces, perpetuado en su silla por la inacción de los electores, piensa que tiene el poder de decidir si sus constituyentes poseen el derecho a tener y portar armas garantizado por la Carta de Derechos de EEUU.
¿Hasta cuándo se dará el lujo este pueblo de tener funcionarios que tan pobremente le sirven a los intereses de los hijos de Borinquen? ¿Hasta cuándo usarán apropiadamente el poder del voto los que hoy poseen un carné que les autoriza a ejercer su derecho a tener y portar armas como si fuera un privilegio? Si de privilegio se trata, los privilegiados son ellos al ser contratados mediante elección para servirle al pueblo.
Ante esta falta de respeto a la que se ha acostumbrado ya nuestra isla, hemos de reflexionar en el valor de una familia noble puertorriqueña. Ha sido costumbre de los buenos ciudadanos americanos que residen en esta isla ir a combatir a las diversas guerras en las que se ha involucrado la nación. La tradición familiar boricua se ha perpetuado, pues bisabuelos, abuelos, padres, hijos y nietos puertorriqueños han formado parte de las fuerzas armadas y han servido con honor y destaque. Han defendido la nación a costa de sangre y fuego. Muchos han manejado desde un cuchillo hasta armas de destrucción masiva y han sido encontrados aptos para entrar en combate. El soldado puertorriqueño ha sido bueno y obediente, muchos incluso hasta hacer el máximo sacrificio. Entonces, luego de haberse encontrado cara a cara con el enemigo (doy fe de eso), ¿llegan a la vida civil a que venga una pila de desechos fisiológicos a decirle que no puede portar un arma para proteger su vida y la de sus familiares? ¿Qué rayos le pasa a nuestro pueblo que no se da a respetar en este sentido? Esto es cuestión de vida o muerte... tan simple como eso. Entonces, ¿qué pasa por la mente de nuestra gente cuando viene un funcionario, que ni electo por el pueblo ha sido, a pretender renunciar por los demás a un derecho constitucional? Un pueblo que olvida la historia está condenado a repetirla: está mas que comprobado que un desarme general del pueblo degenera en genocidio. Un pueblo desarmado está condenado a la muerte.
Entonces, ¿por qué permanecer en silencio ante la vejación a la que ha sido sometida esta dama por Bathia, Figueroa Sancha y una zafra de beatos que pretenden que el resto de los ciudadanos se someta a su maldita voluntad de entregarse ante el que inicia un ataque ya sea para herir, violar, matar y robar? El silencio y la indiferencia han sido de los mas grandes asesinos de gente decente en el mundo. Es bien fácil, cobijado bajo sus malditos privilegios venir a querer imponer el que el ciudadano decente y honesto deponga sus armas para fines lícitos.
Lo que de buenas a primeras resulta en una idea deseable para individuos como Bathia y Figueroa Sancha podría terminar reventándole en la cara: el vincular las armas legales con la criminalidad. ¿Por qué digo esto? Porque entre nuestro pueblo hay un gigante que todavía duerme y es representado por todos aquellos ciudadanos decentes y honestos que creen en el derecho a defender su vida, la de su familia y su propiedad que todavía no han descubierto su temible poder ejercido mediante el voto. Así mismo, la mujer puertorriqueña (que es mayoría en esta isla) y que se ve identificada en la Sra. Wanda Torres Torres. Ante estas vejaciones, no me parece que sea muy distante la posibilidad de darle una lección a aquellos que creen que pueden renunciar a las armas de los demas menos la que portan ellos mismos como Figueroa Sancha. Yo espero poder ver algún día a mis hermanos en armas y sus familias unidos en un solo propósito justo: bien organizados y enfocados dirigiendo sus recursos para apoyar a aquellos que creen en la capacidad del ciudadano decente y honesto para portar un arma y no ser ni parte de las estadisticas de los que fallecen por no tener con qué defenderse y así mismo rechazar contundentemente a los que creen tener el poder de renunciar a los derechos que le cobijan al pueblo.
Quien tiene la intención de restringirle al ciudadano decente y honesto una sola fracción de los derechos que le pertenecen, está predispuesto a quitárselos TODOS... De nuestra parte está impedírselo utilizando todos los medios legales disponibles.
A la Sra. Wanda Torres Torres, en cuyo rostro veo representado el rostro de mi esposa, madre, abuela, tías e hija, mi mayor reconocimiento, honra, apoyo, felicitaciones y bendiciones. Así mismo a Don José M. Robles mi admiración y respeto por cumplir bien su rol de amar, defender, proteger y adiestrar a su familia en el manejo correcto y responsable de un arma de fuego. Vaya mi mas sincera oración para el total restablecimiento de Doña Wanda y mi petición al Dios Altísimo para que la justicia, la paz y la victoria acompañe siempre al ciudadano decente y honesto armado de Puerto Rico y nuestra nación.
PR Armed Citizen
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