AMMO CODING
Lcdo. Oscar Acarón
Los manufactureros no tienen sistemas de producción perfectos, por lo que un porciento de la munición se rechaza y recicla, ¿Cómo va a funcionar el sistema de colación para cuando de cuando en cuando haya que saltar de número porque una, diez, cinco, tres, proyectiles, vainas o cargas, indistintamente tengan que rechazarse? ¿Cómo el comprador sabe que las municiones que compró son las de los números que les corresponden, si sabemos que se cometen errores y en una industria automatizada no podemos esperar garantía de perfección? Imagínese el escenario de que del Estado de Wisconsin le manden a buscar porque la Policía de Chetek encontró en un muertito una bala suya? Claro, ¡usted nunca ha visitado Chetek y ni tan siquiera sabe donde está! ¿Cómo el estado, para resolver el problema de la munición no serializada va a actuar? ¿Confiscando? ¿Ello no proveería para que el criminal creara un mercado negro paralelo? ¿Si la munición militar se va a codificar, como los contribuyentes vamos a pagar ese costo excesivo a nuestra seguridad? ¿Si la munición militar no se va a codificar, ello no sería el “pool” perfecto para un mercado negro, de bajo mundo, de donde los criminales se nutrirían?
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Lcdo. Oscar Acarón
Los propulsores de la tecnología de numeración de proyectiles lo son una compañía que responde al nombre de ACS. Pueden ver su página en la WEB a través de la siguiente dirección: www.ammocoding.com.
De hecho son los únicos que poseen la tecnología, la tienen patentizada y es un secreto a voces que de adoptarse a nivel nacional su invento, se habrán de convertir en un monopolio. Recientemente a nivel local se expusieron los anteriores aspectos, además de que se filtró información de que tienen cabilderos llevando dinero a legisladores en el Congreso, para que les apoyen a vender su idea al gobierno nacional. ¿Habrán legisladores locales, miembros reconocidos de Handgun Control Inc. que ya estén recibiendo dineritos de parte de ACS?
En USA solamente, la producción anual de municiones alcanza la cifra de doce billones de cargas y el estimado mundial es el de unas treinta millones de cargas. Hace un par de años atrás, cuando el distinguido legislador Bathia hizo su propuesta, la National Sports Shooting Foundation se opuso a la idea del ammo coding tenazmente. De hecho, los anteriores están afiliados todos los manufactureros de munición en USA.
ACS dice que utilizando un sistema que podríamos definir como “alfa-símbolo-numérico” (usando todos los caracteres del teclado de la computadora) tendrían series suficientes para numerar 40 cuatrillones de cargas. Yo personalmente lo dudo, porque no se trata del número de símbolos que ACS pueda manejar si no en el espacio donde los va a colocar (vean las fotos en su página y observen los proyectiles numerados).
Por otro lado, NINGÚN manufacturero ha implementado dicha tecnología y no tenemos data empírica sobre su funcionamiento. C. Rodney James, Ph.D., “Independent Firearm Examiner”, a través de la página de NRA-ILA nos provee de los siguientes detalles DE POR QUE dicha tecnología resulta ser una quimera además de que virtualmente por el costo, sería una prohibición a la munición, veamos:
El proponente del sistema nos dice que va a grabar la base del proyectil con laser y presumiblemente el interior de la vaina. En aquellos proyectiles que tengan coraza de cobre en aleación, ello podría funcionar, siempre y cuando no ocurra fragmentación, sin embargo, en aquellos de base de plomo, la pólvora, en su quema les altera la superficie, por lo que el grabado desaparece. De hecho, nos dice que en proyectiles pequeños que lo que reciben un bañado de cobre, la superficie se descascara y no retiene entonces las marcas. El perdigón de escopeta no se puede grabar, obvio, por cómo se fabrica y por la cantidad que alberga un solo cartucho, dependiendo de su tamaño. Resulta inútil grabar munición fragmentaria. No existe equipo para colacionar proyectiles y vainas y ello es incompatible con los presentes métodos de producción. La implementación de dicho sistema encarecería la munición de unos centavos por carga a varios dólares por carga. La fabricación de munición es un proceso automatizado, de alto volumen y bajo margen de ganancia, ¿Cómo la industria sobreviviría al cambio? No menos importante es que tendríamos el issue de seguridad de láseres encendidos quemando y vaporizando metales pesados y tóxicos en ambientes donde también hay presentes químicos para los fulminantes y pólvora.
La implementación del sistema establece que hay que hacer un registro de toda caja de munición vendida, por cada comprador y estamos hablando de en USA, unas 240 millones de cajas anuales intimando arbitrariamente cincuenta cargas por caja, cada una con un numero diferente. Nadie dice nada en cuanto a cómo vamos a trabajar con la munición robada, con municiones perdidas, o abandonadas, con las transferencias de munición, con la munición de recarga y de cómo vamos a codificar la munición importada. ¿Quién va a crear una base de datos que garantice cero errores y a que costo? ¿Cómo vamos a codificar los billones de cargas que ya están en el mercado y no han sido consumidas?
Los manufactureros no tienen sistemas de producción perfectos, por lo que un porciento de la munición se rechaza y recicla, ¿Cómo va a funcionar el sistema de colación para cuando de cuando en cuando haya que saltar de número porque una, diez, cinco, tres, proyectiles, vainas o cargas, indistintamente tengan que rechazarse? ¿Cómo el comprador sabe que las municiones que compró son las de los números que les corresponden, si sabemos que se cometen errores y en una industria automatizada no podemos esperar garantía de perfección? Imagínese el escenario de que del Estado de Wisconsin le manden a buscar porque la Policía de Chetek encontró en un muertito una bala suya? Claro, ¡usted nunca ha visitado Chetek y ni tan siquiera sabe donde está! ¿Cómo el estado, para resolver el problema de la munición no serializada va a actuar? ¿Confiscando? ¿Ello no proveería para que el criminal creara un mercado negro paralelo? ¿Si la munición militar se va a codificar, como los contribuyentes vamos a pagar ese costo excesivo a nuestra seguridad? ¿Si la munición militar no se va a codificar, ello no sería el “pool” perfecto para un mercado negro, de bajo mundo, de donde los criminales se nutrirían?
¿Y la munición de la Policía, estaría también codificada?
En la ínsula que vivimos hay un refrán que nos dice que del dicho al hecho, hay un largo trecho y a mi particularmente me preocupa que la idea del “ammo coding” no es otra que la de virtualmente producir un prohibición mediante la quiebra inminente de los manufactureros y la imposibilidad del ciudadano a comprar el producto por su costo. ¡Las municiones serían más caras que cualquier otra cosa en el mundo, incluyendo la cocaína! Y la mejor de todas las preguntas: ¿Quién entonces tendría municiones? Solo los criminales tendrían municiones, porque el ciudadano obediente de la ley no podría comprarlas por el costo o se refrenaría de obtenerlas. ¿Quién puede pagar quinientos dólares por caja de balas con dinero limpio, ganado honestamente con el sudor de su frente? Por el momento ya sabemos que legisladores a nivel nacional están recibiendo “regalías” para promover este asunto, por lo que hay que escudriñar nuestro débil ambiente a la corrupción en ese aspecto para saber qué pasa. ¡Que Dios nos cuide!
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