en reacción a su escrito Puerto Rico y los genes contaminados con la esclavitud
Estimado Lcdo. Acarón:
La habilidad formidable que posees para plasmar por escrito el pensamiento propio y con el cual concurro me motiva a reflexionar y dar también mi opinión por escrito con respecto a este asunto que también ciertamente me llega a perturbar mucho. Si las pretensiones del colonizador asquean, aún mas asqueante es la actitud conformista del colonizado que las acepta como correctas y adecuadas . Pudiera pensar que muchos puertorriqueños añoran los barriles de tocino salado que le eran provistos al indio y al negro encadenado por su esclavizador . Nuestro pueblo se hunde en las ofertas vanas que le venden los medios sobre un modo de vida que solo se ve en televisión : las cree, las acepta y las compra. En días pasados le comentaba a un amigo mío sobre algunos temas que estaba leyendo y se reía, porque informarse para construir su conocimiento y reforzar los cimientos de nuestras convicciones les resulta a muchos en una pérdida de tiempo y hasta les suena ridículo. Thomas Jefferson, en las postrimerías de su vida dijo y parafraseo, que las verdaderas barreras para la plena libertad de nuestro país se encuentran en los mismos gobiernos estatales (1811). Hoy, doscientos años después me temo que el mas grande obstáculo se encuentra en la persona común y corriente que simplemente carece de opinión y depende de la opinión de alguno que otro con cara linda para ejercer su derecho al voto.
Es entonces cuando no nos debe sorprender que haya individuos que mas que analfabetas parecerían ser acéfalos, en un país en el que una gigantesca tajada de su presupuesto se drena atraves de su sistema de educación y no puedan de manera razonable interpretar lo que establece la Segunda Enmienda a la Constitución cuando dice que “Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas.” El mismo Juez Antonin Scalia expresó en el Caso Heller vs City of Chicago que “la Constitución fué escrita para ser entendida por los electores; sus palabras y sus frases fueron utilizadas en su modo mas normal y ordinario...” Entonces, ante sectores de un pueblo que permanecen anestesiados y entretenidos con los ofrecimientos de los medios y que perpetúa para sí la ignorancia porque está ausente de los libros y la historia, no nos debe extrañar que de de pronto no puedan considerar de manera razonable lo establecido por el sagrado documento.
Hoy en día de cuando en vez sale algún simpatizante con poder de exposición ante los medios, cuya prédica es a fin con la agenda socialista que amenaza con el bochinche y el disturbio zarandear la estabilidad en todo el sentido de nuestro país y que se allega para si seguidores que simpatizen con sus ideas ajenas. Esta es la realidad de muchos: nunca se han sentado ni se podrán ubicar en posición de analizar y debatir las percepciones erróneas que buscan restringir derechos que ya están establecidos y ratificados desde mucho antes del nacimiento de nuestros abuelos.
Por eso, respetable amigo, también me preocupa grandemente el rumbo que va tomando nuestro país en estos asuntos que son cruciales para nuestro bienestar como ciudadanos. Hoy estamos nosotros, pero luego nos seguirán nuestros hijos y nietos. Entonces, como responsable de sesenta niños que pasan por mis manos al día no puedo dejar de legar en ellos el celo por lo que fué establecido en la Constitución. Cada día que pasa, ratifiquemos cada uno de nuestros derechos en nuestro entorno. Enriquecer los mismos es noble, mas permitir que tan siquiera se considere quitarnos alguno de ellos es retroceder miserablemente como mínimo, trescientos años atrás.
Saludos cordiales como siempre,