Monday, July 26, 2010

Suficiente

Columna publicada por el Dr. Ángel L. Ortiz García, Catedrático

Periódico El Nuevo Día
http://www.elnuevodia.com/columna-suficiente-747597.html
26 de julio de 2010

¿Se puede evitar un asesinato? Posiblemente no, pero las posibilidades de sobrevivir aumentan dependiendo de las estrategias defensivas que se utilicen. Lincoln, asesinado por John Wilkes Booth, McKinley por Leon Cozlgosz, Robert Kennedy por Sirham Sirham, John F. Kennedy por Larry Harvey Oswald, Gandhi por Nathuram Godse y John Lennon por Mark David Chapman no tenían en común estar protegidos por escoltas armadas, de seguridad, estar rodeados por multitudes o vivir en residencias y lugares protegidos. Por lo tanto, las leyes, regulaciones o escenarios no son la solución.

Puerto Rico está viviendo uno de los momentos más críticos con respecto a la violencia doméstica. Los asesinos no se detienen ante nada. ¿Qué hacer? Los representantes del estado han respondido con estrategias filosóficas, educativas, utópicas, legales e idealistas. Los grilletes electrónicos, las marchas de la Procuraduría de la Mujer, los registros de agresores, la educación en el hogar, la Ley 54, la Policía, las organizaciones no gubernamentales y la acción de las cortes con las risibles órdenes de protección son paliativos, pero no remedios efectivos. Cuando un individuo toma la decisión de matar a una dama, nada de lo mencionado lo detiene.

¿Qué alternativa tiene la mujer? La mujer, la “tarjeta”, tiene que aprender a defenderse, a pelear por su vida. Ya no estamos en los siglos XIV, XV o XVI donde un caballero andante, tipo Don Quijote o el Rey Arturo y su mesa redonda, se disponían a proteger a las damas. Ahora o ella misma se protege o es mujer muerta.

Hace dos años que se proyectó en Puerto Rico la película “Enough” protagonizada por Jennifer López. La misma trataba de un marido maltratante y, ante la situación de peligro un profesional le recomendó a la posible víctima que se defendiera. “Enough is enough”. Ella tomó unos cursos de karate y cuando le tocó el momento actuó en defensa propia.

En resumen, la violencia doméstica representa un lastre que no debe de existir pero, la realidad es otra. La mujer, la posible víctima tiene que asumir una actitud de militancia donde se juega la vida.

Puede organizar un equipo defensivo integrado por familiares, amigos o compañeros de trabajo.

Bajo ninguna circunstancia debe dejarse coger sola, esto es fatal, pues si sucede será cadáver.

Recordemos que la reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos avalando la posesión de armas para todos los ciudadanos aplica sin distinción de género.

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