PR ARMED CITIZEN
PR Armed Citizen
I solemnly swear to defend the Constitution of the United States against any enemy, foreign or domestic...
I solemnly swear to defend the Constitution of the United States against any enemy, foreign or domestic…
Hace 28 años hice este juramento cuando ingrese al U.S. Navy. Recuerdo ese día en Fort Buchanan, cuando me separe de Melita por vez primera desde que nos casamos. Hacia 20 días de ese acontecimiento.
Este juramento es uno de mucho carácter y de una importancia increíble. Juré defender la Carta Magna de la nación de la que soy ciudadano y lo hice de forma voluntaria y sin reserva de clase alguna.
Hace 9 años, lo repetí, incluyendo entonces la Constitución de Puerto Rico al ingresar a la Policía Auxiliar de la Policía de Puerto Rico.
Se preguntaran el porqué de este tema. Como saben, la Corte Suprema de los Estados Unidos, en dos decisiones de importancia establecieron que la Segunda Enmienda es un derecho de todos los ciudadanos americanos y más aun, que el mismo es de carácter fundamental.
Entonces, ¿Qué tiene que ver el juramento con todo esto? Pues sencillo. Los funcionarios electos, así como aquellos que voluntariamente entran al servicio público, (que conste que los electos voluntariamente sometieron su candidatura) hicieron el mismo juramento que hice yo tantos años atrás. Entonces ¿Por qué se obstinan en no cumplir el mismo?
Como les comentaba en mi escrito anterior, “Puerto Rico y su democracia”, es increíble y bochornosos que para reclamar un derecho tenga uno que someterse a las humillaciones de aquellos que juraron defender ambas Constituciones.
Es tiempo ya que como pueblo digamos; ¡BASTA! Que reclamemos lo que por voluntad de los que hicieron la Constitución nos fue dado y que exijamos responsabilidad a aquellos que nos atropellan.
Tan reciente como hoy, un juez de Vega Baja, ni siquiera permitió se pasara prueba en un caso donde el solicitante es una persona con impedimento físico, y había presentado un recurso para obtener el permiso de portación. Este juez dijo en sala que esto era un libertinaje lo que había con las portaciones y aunque el Lic Enrique Rodriguez Cintrón trató de exponer su caso, el juez no lo permitió. Este mismo Tribunal en primera se había negado siquiera recibir los documentos, pues alegadamente carecían del comprobante de $250.00. Es harto conocido que las personas con impedimento físico, están exentas de los pagos de comprobantes.
Estos son los que juraron defender la Constitución…
Hoy, un derecho fundamental se le niega a un pueblo, por el capricho de unos “servidores” públicos. A veces pienso que se creen que están ahí para servirse del público.
¿Hasta cuándo vamos a seguir así? Nuestra Ley de Armas es una de carácter inconstitucional y es cuestión de tiempo que un abogado así lo realice para comenzar a sacar de las mazmorras de la colonia a esos huéspedes de honor que engalanan sus aposentos. Imagínense ese escenario. Criminales sueltos pues fueron encarcelados por una Ley que hoy es inconstitucional.
Es el momento de derogar la actual Ley, y de esta forma evitar el éxodo de las cárceles de estos “dignos” elementos de lo peor de la sociedad. Que sean ellos los que levanten el argumento. Nosotros nos merecemos algo mejor y fuera del capricho de aquellos que juraron defender la Constitución.
®DERECHOS RESERVADOS
Hemos visto como continúa en ascenso la cantidad de asesinatos en Puerto Rico, al punto que estamos en números positivos en comparación al año anterior. Que conste, el positivismo es negativo a la calidad de vida, pues lo único que indica es que son más los muertos que a la misma fecha del año pasado.
Como ocurre siempre que el crímen se dispara, no hay quien falte en decir que el problema son las armas de fuego y que la solución primordial lo es legislar en contra de las armas. Seamos sensatos; ¿Alguien ha legislado en contra de los automóviles o el alcohol porque hay conductores ebrios? Entonces, ¿por qué pensar e incluso llegar a sugerir que el problema tiene una solución mágica con una simple medida legislativa dirigida a las armas?
Desde tiempos inmemoriables las armas han estado con nosotros. Se utilizan para preservar la vida, para cazar, para el deporte y también con fines bélicos. Pero mientras la guerra no sea proscrita, ese, lamentablemente también será un uso para ellas.
Los padres de la nación, en su Declaración de Independencia de la Corona Británica bien lo dijeron al hablar sobre los derechos humanos: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas, que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.”
El derecho a la vida es uno intrínsecamente ligado a la autopreservación. Entonces no es de extrañar que para realizar esto, se tenga que contar con los medios para lograrlo. Estos mismos hombres que nos dieron la Constitución de los Estados Unidos de América, conscientes de su responsabilidad para con las futuras generaciones de la emergente nación, confeccionaron una Carta de Derechos para que el Estado no hiciese con ellos lo que la Corona había hecho antes.
Este documento, ratificado en 1791, ha servido a la nación y a todos los que en ella habitamos por los pasados 220 años. Se han realizado enmiendas subsiguientes, pero las primeras diez, esas que fueron la base de la Carta de Derechos, siguen inalterables. Las demás que se han incorporado han sido para benéficio de los ciudadanos.
Hoy, gracias a las recientes interpretaciones por la Corte Suprema de los Estados Unidos de América, vemos como en la Segunda Enmienda, el derecho a tener y portar armas es de aplicación a Puerto Rico.
Así pues, ¿controlar el crímen prohibiendo las armas? ¿A quién se las van a prohibir? Puerto Rico tiene una de las leyes más punitivas de la nación y esto no ha sido disuasivo para el elemento criminal, o como diría mi hermano Oscar Acarón, ese pichón de atorrante, que solo vive para cometer sus fechorías contra los que si creemos en las leyes y la sana convivencia.
Es por esta razón que el reto que el Lcdo. Oscar Acarón al representante Jorge Colberg es uno que no debe ser ignorado por este último. Solo así sabremos si su proyecto es uno para defender a los ciudadanos o si por el contrario, los desarma para defender al elemento criminal.
Don Víctor logra exponer de manera clara, concisa y razonable el pensamiento que predomina en muchos ciudadanos decentes y honestos que, cobijados bajo el sagrado documento en cuya Segunda Enmienda le garantiza el derecho a tener y portar armas, portan un arma de fuego para fines legales, no solo garantizados por la ley escrita del hombre, sino establecido por designio del mismo Creador.
"Las leyes que prohíben la portación de armas desarman a aquellos que ni están inclinados ni determinados a cometer crímenes. Estas leyes agravan la situación de las potenciales víctimas y le facilitan la vida al criminal: sirven mas bien para estimular los homicidios que para desalentarlos, porque un hombre desarmado es mas vulnerable al ataque de un malhechor que uno que porta un arma." Thomas Jefferson
Excelente...
PR ARMED CITIZEN
®DERECHOS RESERVADOS
Viniendo de uno que no estudio política, quizás esto de algo de luz a los problemas que vivimos en la Isla del Espanto. Si, dije espanto, porque el encanto se nos fue por la ventana hace rato. Un país donde el crimen es rampante, donde la agencia designada para velar por la Ley y el Orden solo nos dice que la incidencia criminal está bajando, ¡y nos muestran estadísticas para probarlo! Pero ya son pocos los que se atreven salir a la calle por el miedo constante en que nos encontramos.
Una Isla donde secuestran a una mujer en pleno tapón de la Avenida Roosevelt para luego de dejarla a pie. Se llevaron sus documentos, cartera y una Dodge Caravan. ¿Quién dijo que una mini van era un auto para pasar desapercibido por los ladrones?
Una isla donde intentan asaltar a un policía con un arma de juguete. En este caso, el ladrón llevó la peor parte, pues el policía le dio muerte al defenderse. En el forcejeo no se percató sobre la estupidez del malhechor y simplemente luchaba por su vida.
Una isla donde la pena de muerte está establecida por los criminales para los criminales y cualquier inocente que tenga la mala dicha de estar en el sitio equivocado al estos escorias de la vida dictar su sentencia y llevar a cabo la ejecución.
Una isla donde los derechos constitucionales de los ciudadanos pasan al plano de privilegios, porque así lo determina un funcionario mediocre, que olvida que es empleado de los contribuyentes. Estos mismos son los que cacarean cuando quieren mejores salarios y condiciones de empleo a costa del bolsillo de los contribuyentes.
Una isla donde una persona que teme por su vida tiene que pasar por el proceso bochornosos de ir a un Tribunal a muy respetuosamente solicitar se le conceda un permiso para portar un arma de fuego.
¿Y porque bochornoso? Porque hay que ir al Tribunal a decir que uno es un cobarde. Que hay que decir ante todos los que allí se encuentren y tener que exponer que se siente con miedo, con preocupación y con un temor indescriptible ante la situación real que se vive en la Isla del Espanto.
¿Y porque bochornoso? Porque un fiscal de esos que pululan por ahí (tengo que admitir que hay otros fiscales que si conocen el derecho y evitan el bochorno al peticionario) que su única misión en la vida es llevar casos criminales mediante pre acuerdos, pero cuando un ciudadano se somete al proceso para poder solicitar el permiso de portación, esto solo buscan la forma de negarle ese derecho.
Esto nos trae a la democracia de Puerto Rico. Nuestra Constitución, lamentablemente, nos define como una democracia. Recuerdo cuando estudiaba en escuela superior, el énfasis que se nos hacia sobre la democracia, el valor del proceso democrático y la fuerza del voto democrático. Vivíamos bajo el espectro de la Guerra Fría. Cuba había caído ante el comunismo y la cortina de hierro traía imágenes de gobiernos totalitarios. Por eso el énfasis en la democracia, donde la voluntad del pueblo se debía respetar y no donde unos pocos dirigirían los destinos del país. Así pues, la democracia no es tan mala.
Pero resulta que no todo es miel sobre hojuelas. Vemos como se abusa del sistema democrático al pasar sobre leyes que en realidad existen para la sana convivencia de los ciudadanos.
En la Republica, que bien puede ser democrática, las leyes se respetan y con estas, los derechos de los ciudadanos. Republica, del griego Res-cosa, publica-publica; la cosa pública, la Ley. En la Republica se respeta entonces la Ley y por ende los derechos, cosa que en Puerto Rico vemos como se obvian. Tenemos hasta un Senador convicto ocupando una silla y nadie hace nada. Yo no vivo en Carolina, por lo que no tengo “standing” para pedir su remoción. Pero en el Senado lo que no hay es espalda, para no ser vulgar, y sacar al ofensor del Cuerpo. El derecho a Tener y Portar Armas es uno de carácter fundamental, sin embargo en la democracia de Puerto Rico, los burócratas elitistas insisten, como el croar de los sapos, que es un privilegio.
Privilegio, así es fácil, cuando se tiene el poder del estado y la protección del mismo a cuenta de su posición. Se olvidan estos “servidores” públicos que ellos están ahí porque quieren y no porque nadie los obligó; y en el caso de los electos, porque ellos mismos se pusieron a la disposición de servir. Entonces, para ellos si es un derecho el tener los medios para defenderse ¿y el pueblo?, bien gracias.
Puerto Rico, la que el gran Gautier llamó la Perla de los Mares, si mi lejano pariente estuviese vivo concurriría conmigo en que es la Isla del Espanto.
Excelente, Víctor. Añadirle a tan asertivas palabras sería un crímen.
PR Armed Citizen
®DERECHOS RESERVADOS
"Para proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos de América y su Carta de Derechos, cuyos dominos son sobre el territorio de Puerto Rico y cuya Segunda Enmienda lee como sigue: "A well regulated militia, being necessary to the security of a free state, the right of the people to keep and bear arms shall not be infringed.".