Cada quien ponganse pa' su número..

Cada quien póngase pa' su número...
Lcdo. Oscar Acarón

La casualidad en el universo, aun siendo tan vasto, no existe. El principio fundamental es que nada pasa por casualidad. Todo está predeterminado, por lo tanto nada debe sorprendernos. Es obvio cual va a ser el resultado si ponemos a los cabros a velar las lechugas, o a los cerdos a cuidar de las manzanas. Pues no se quejen si les permitimos a las comadrejas velar del gallinero. Cuando ese caos aflora, y recuerden que el caos tampoco es casualidad, es necesario reorganizar. Para eso está el hombre y la divina dirección de Dios, ese es el momento en que hay que cuidar del castillo. No hay problema que cause una comadreja que una buena escopeta con perdigón numero seis no pueda resolver, para los lechones y los cabros hay doble ceros. La noción de que la criminalidad es difícil de contener es igual que la idea de que la comadreja ante la escopeta pueda prevalecer. Nuestro problema precisamente está en que dejamos que la comadreja estableciera la vigilancia y que se apoderara de la escopeta. Pónganse a pensar, esto tiene solución, el dueño del castillo viene llamado a re-establecer el orden. ¿Se van a quedar de brazos cruzados? ¿Para cuando van a dejar su reclamo, cuando se van a armar de valor y le van a decir a este gobierno y a cualquier otro gobierno que el bienestar es para nosotros, que la libertad es para nosotros y que la felicidad es para nosotros? Apúrense, porque si no, no va a ser casualidad que no queden ni gallos ni gallinas ni pollitos. La casualidad no existe y las comadrejas llevan mucha ventaja, se han comido ya gran parte del gallinero.

®DERECHOS RESERVADOS